Espectacular y muy fácil de hacer. Es una variante sencilla del pollo cantonés que posteé acá.
Trozos de pechuga limpia (sin huesos, grasas, tendones, etc.), rebozados en un "batter" (como le dicen en EEUU) compuesto de partes iguales de harina y maicena, un chorro de aceite, sal, pimienta, y agua suficiente para engrudificar. Freir en abundante aceite, a fuego generoso, dando vuelta para obtener el dorado parejo. Acompañar con papitas noisette al horno y una coca-cola bien helada.
1 comentario:
A pasar de que no soy fanático de pollo me gustó la versión con miel, voy a probar.
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